Renacer

por con el viento en las velas

Si injertamos en la rama de un manzano
las astillas menudas y acres de un membrillero,
y tiene éxito porque ya está escrito en otros manzanos
que en adelante los frutos serán membrillos…
¿Ve la naturaleza esta ingeniería de la voluntad,
lo advierte acaso el diapasón del manzano?
Cuando el manzano diga adiós a la manzana
y el membrillo bostece, coja el testigo y corra como el viento,
¿quién estará jugando a ser otro: el membrillero,
el manzano, la mano nudosa como el sarmiento
que espera en el bolsillo oscuro de las heridas,
o la boca sudorosa y exhausta
que va transformando el mundo bocado a bocado?